Entre subejercicios del presupuesto público, devolución de recursos públicos a la Federación, desviación de recursos económicos detectados por la Auditoria Superior de la Federación, préstamos millonarios a los bancos para saldar las prestaciones de fin de año, las malas obras como el distribuidor vial de avenida Universidad, y la rapiña de sus funcionarios públicos, el gobierno de la Cuarta Transformación de Tabasco está a punto de concluir el año 2022, con saldos negativos.
A pesar de que el gobernador “chalán” Carlos Manuel Merino se jacta de realizar un gobierno transparente, pero reservando información pública, con lo cual se demuestra la falta opacidad u oscuridad con la que se siguen conduciendo a casi cuatro años de haber iniciado el ejercicio público con Adájn Auguto López Hernández como gobernador, la Auditoria Superior de la Federación se ha encargado de desnudar al gobierno opaco de Tabasco por la falta de comprobación en gran parte del gasto público que han venido ejerciendo desde el 2019, en algunas de sus dependencias como la Secretaría de Educación, sumamente cuestionada desde que Egla Cornelio llegó como titular, y de quien ahora se corre la versión de que ha presentado su renuncia al
Ejecutivo, que no le fue aceptada hasta que deje todo en orden, por una presunta diferencia con el secretario de Planeación y Finanzas, que no le suelta el dinero fácilmente por la falta de comprobación. Se cree que en enero de 2023, para estrenar el año habrá nuevo o nueva titular de la SETAB que nada entre la inmundicia y el desorden financiero.
Hasta ahora, la Auditoria Superior de la Federación solamente ha dado a conocer parte de la desviación de recursos públicos del ejercicio fiscal 2019 de la Secretaría de Educación de Tabasco, que auditó en 2021, año en que estuvo al frente de esa dependencia, el ahora rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Guillermo Narváez Osorio, quien presume su decencia y honestidad, y si esta desviación de recursos públicos se detectó durante el tiempo que estuvo al frente de esa dependencia un funcionario público “honrado”, que salió con buenas tablas, que se supone realizó un trabajo impecable, ¿cómo saldrán las auditorias de 2020, 2021 y 2022?, que le realice la Auditoria de la Función Pública a la gestión de la actual titular de SETAB, Egla Cornelio Landero, sumamente cuestionada, acusada de actos de corrupción y de la presunción de que sus funcionarios se están enriqueciendo, mientras ella lo permite, lo cual es un indicativo de que también tiene metidas las manos para saquear a esa dependencia.
El pasado jueves 8 de diciembre, dimos a conocer que derivado de la auditoria al ejercicio fiscal 2019 que realizó la Auditoria Superior de la Federación a los recursos públicos aportados por la Federación a la Secretaría de Educación de Tabasco, durante el gobierno del ahora secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, se encontró un desfalco millonario a las arcas públicas por la cantidad de 712,146,308.54 millones de pesos, lo que es sumamente delicado, pues se considera como un acto de corrupción, ya que hasta el 2021 cuando se realizó la auditoria la SETAB ya a cargo de Egla Cornelio no había solventado, y no había obligado a su antecesor, Guillermo Narváez, ni a los funcionarios que lo acompañaron a su gestión a presentar la comprobación del dinero público que hacía falta en las arcas, lo que indica que ha existido complicidad, o en su afán de exhibir a Guillermo, como un mal funcionario público, tampoco presentó la comprobación correspondiente.
La revisión al ejercicio fiscal 2019 de la SETAB por parte de la ASF, arrojó anomalías en los recursos públicos del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), con pagos a trabajadores estatales que no realizaron funciones destinadas a la educación; compras de pizarrones blancos, sillas, mesas, banderas y ropa deportiva que no se recibieron, entre otras irregularidades que se detectaron al concluir la auditoria a mediados de 2021, y pese a que solicitaron que la dependencia aportada las comprobaciones de dichos gastos no lo realizaron, lo que deja en firme la desviación de recursos públicos.
En una etapa de crisis económica que vive en el país, en una etapa de austeridad republicana decretado por el gobierno morenista de la Cuarta Transformación donde los gobiernos estatales están obligados a eficientar cada peso que se utilice en el ejercicio público, es un crimen que en la Secretaría de Educación de Tabasco y en la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco se haya detectado una desviación multimillonaria, lo que ya debió dar pie para iniciar una investigación a fondo y castigar a los presuntos responsables, pero como este gobierno, tanto federal como estatal, son muy dados a publicitar el combate a la corrupción como una simulación mientras al interior les permiten a sus funcionarios que la realicen, nada ha pasado, y sin duda nada pasará, porque todos se encubren, todos se tapan con la misma sábana de la corrupción, hasta que la ley los alcance en la próxima administración.
Los recursos públicos no comprobados por el gobierno que ejercicio en 2019 el ahora secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández por la cantidad de 712,146,308.54 millones de pesos, es producto de las auditorías 2019-A-27000-19-1211-2020 1211-DS-GF y 2019-4-99062-19-0158-2020 158-DS, realizadas por la ASF al Gobierno del Estado de Tabasco en los Recursos del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo y de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco Subsidios para Organismos Descentralizados Estatales, en donde se detectaron 15,744,308.13 millones de pesos y 696,401,823.41 millones de pesos pendientes por aclarar.
Solamente como un desmentido al propio gobierno estatal que cuando algunos legisladores de oposición, como el diputado federal de Movimiento Ciudadano, Gerardo Gaudiano y la legisladora local del Partido Revolucionario Institucional, denunciaron que hay un subejercicio millonario del ejercicio público 2022, salieron a desmentir y que no es cierto ese subejercicio, de acuerdo a la Auditoría De Cumplimiento: 2019-A-27000-19-1211-2020 1211-DS-GF, el Gobierno del Estado de Tabasco recibió recursos del Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE) del ejercicio fiscal 2019 por 7,791,600.5 millones de pesos, de los cuales reintegró a la Tesorería de la Federación (TESOFE) 1,358.7 millones de pesos, por lo que el monto registrado en la Cuenta Pública ascendió a 7,790,241.8 millones de pesos. ahí está una prueba contundente de cómo el gobierno estatal cayó en subejercicio en 2019, que tuvo que devolverle un recurso millonario a la Federación, cuando justo en ese mismo año, el entonces gobernador Adán Augusto López Hernández tuvo que realizar varios préstamos bancarios a cuatro bancos por el orden de mil 700 millones de pesos para poder solventar los pagos y prestaciones de fin de año de la burocracia, préstamo que mantuvo en la oscuridad hasta que en 2020 detonó en el Congreso local.
Y si en 2019 la SETAB incurrió en subejercicios cuando estuvo como secretario Guillermo Narváez Osorio, que no es ningún improvisado en las cuestiones públicas, en el manejo de recursos públicos, al grado que le devolvieron a la Tesorería de la Federación más de mil millones de pesos, que nos hace suponer que ahora sean más eficientes en el manejo de los recursos públicos con Egla Cornelio al frente, y que no haya subejercicios, mientras se sigue prestando dinero en los bancos como ahora lo volvió a realizar el gobierno del gobernador “chalán” Carlos Manuel Merino, que prestó cerca de mil 200 millones de pesos a varios bancos; cada préstamo fue por el orden de 400 millones de pesos, y todavía quieren presumir de que el gobierno está solvente, de que tienen finanzas públicas sanas con cuantiosos préstamos bancarios, y ni que decir de los subejercicios que ahí están, porque no tienen la capacidad para ejercer el dinero público y finalmente tendrán que devolverlo a la Tesorería de la Federación.
Paralelo a la auditoria que realizó la Auditoria Superior de la Federación, también la Secretaría de la Función Pública (SFP)realizó lo propio en 2019, encontrando serias irregularidades pues hasta los muertos siguieron cobrando, y maestros dados de baja también aparecieron que les fueron pagados sus salarios, encontrando las mayores irregularidades en el área de Telesecundarias, lo cual es considerado como una irregularidad que deberá de subsanarse, por lo que los implicados tendrán que resarcir el daño causado al patrimonio público o les fincarán responsabilidades penales y administrativas.
Si en el primer año de gobierno que encabezó en Tabasco, Adán Augusto López Hernández, se encontraron serias irregularidades en el ejercicio público en la Secretaria de Educación, con un titular como Guillermo Narváez que no se puede decir que sea un improvisado, sino que cuenta con experiencia administrativa pues fue presidente municipal de Tacotalpa, y aun así, se descubrieron subejercicios y desviación de recursos públicos, ya se imaginaran en qué condiciones se encontrará los ejercicios públicos de 2020, 2021, y 2022 a cargo de Egla Cornelio, será por eso que ahora se dice que quiere tirar el harpa, que ya quieren renunciar, porque su dependencia es un cochinero, con una falta de millones y millones de pesos que no han podido comprobar en que se ejercieron, sobre todo durante la pandemia cuando aparecen esos gastos millonarios, pero eso lo sabremos cuando lo audite la Auditoria Superior de la Federación, donde saldrá a la luz pública la pus de la corrupción.
Adán Augusto López se jactó de tener a la mejor secretaria de Educación en la persona de Egla Cornelio, a la que consideró una profesionista con gran capacidad para dirigir esa dependencia y el gobernador “chalán” Carlos Merino, sostiene que es eficiente, pese a todas las denuncias que se realizan diariamente en su contra, pese a todas las anomalías que se ha presentado en el sector educativo, pese al recorte de plazas y que no se contrataron a tiempo los maestros en primaria y telesecundaria para que iniciaran a tiempo el ciclo escolar-2022-2023, pronto conoceremos la brutal realidad y el grave retroceso educativo en que ha metido doña Egla a esa dependencia, porque la opinión pública la ubica como una pésima secretaria y una de los peores funcionarios públicos que tuvo el ahora secretario de Gobernación y que tiene Carlos Manuel Merino.
La titular de Educación debió solventar o debió exigir a su antecesor que fuera solventando todas las inconsistencias o irregularidades en el ejercicio de los recursos públicos que se utilizó en 2019, porque es claro que detectó las irregularidades porque nadie recibe una dependencia a ciegas, sin saber el estado que guarda, y se tuvo mucho tiempo para realizar las comprobaciones, pero tal vez por el monto económico sin comprobar, doña Egla prefirió que la Auditoría Superior de la Federación detectara las irregularidades, y que pueew que también lleve otra finalidad, que es el exhibir públicamente al rector de la UJAT, Guillermo Narváez, como un funcionario ineficiente, incapaz y proclive a la corrupción, porque hay mucho dinero sin comprobación y se hicieron compras de materiales que jamás llegaron a sus destinatarios.
Lo cierto, es qué con todas estas irregularidades das a conocer por la ASF y la SFP, con estos recursos públicos faltantes, se exhibe al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, justo cuando aspira a ser candidato presidencial de Morena, porque fue durante su periodo como gobernador en 2019 que se cometió este desfalco y sí así está la SETAB, ¿cómo están las otras dependencias en cuanto al ejercicio presupuestal?.