OJO VISOR
Jacinto López Cruz
Cuando en octubre
del año pasado, la población tabasqueña volvió sufrir otra de las severas inundaciones,
de las varias que ha azotado la entidad, donde perdieron la mayoría de sus
enseres domésticos, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador,
realizó a mediados de ese mes, una de sus visitas para anunciar con bombo y
platillo que Tabasco no se volvería a inundar porque se desazolvarían los ríos
y las cuatro presas del Alto Grijalva, trabajos que correría a cargo de la
Secretaría de Marina.
Tratándose del
presidente de la República a quien los ciudadanos tabasqueños no le han
regateado los votos a su partido Morena en las elecciones constitucionales de
2018 y 2021, y como él sostiene que lleva a Tabasco en el corazón, la mayoría
de la población creyó a pie juntillas de que cumpliría su compromiso a la
brevedad para que durante la época de fuertes aguaceros de este año, que ya se
está dejando sentir sobre la entidad, y que se puede agudizar en el mes de
octubre, se creía que Tabasco ya estaría a salvo de nuevas inundaciones -salvo
los escépticos que vieron con pesimismo que difícilmente el compromiso presidencial se pudiera
cumplir- pero está visto que el “prometer no empobrece, sino el dar es el que
aniquila”, porque a pesar de que se dijo que los trabajos iniciarían a la
brevedad, nada ha sido cierto y de nueva cuenta el calvario de las inundaciones
se cierne sobre la entidad, y miles de personas volverán a sentir los estragos
de estas inundaciones.
El domingo 18 de
octubre del año pasado, desde la presa “Angel Albino Corzo” en el municipio de
Ostuacán, en donde estuvo acompañado del gobernador de Chiapas, Rutilio
Escandón Cadenas, y del entonces gobernador de Chiapas, ahora secretario de
Gobernación, Adán Augusto López Hernández, el presidente de la República,
Andrés Manuel López Obrador dio a conocer el nuevo modelo de operación de las cuatro
hidroeléctricas del Alto Grijalva, que contempla el desazolve de ríos y cuerpos
lagunares de la planicie tabasqueña, para mitigar el riesgo de las inundaciones,
por lo que aseguró que Tabasco ya no se volvería a inundar porque
inmediatamente la Secretaría de Marina (SEMAR)
que adquiriría toda la maquinaria, dragas modernas, y se realizaría la construcción de bordos de
protección para que no vuelva a inundarse la entidad, ya que “el mal manejo de
las presas ha provocado de manera histórica inundaciones en el territorio
tabasqueño. El nuevo plan de trabajo contempla un caudal ecológico y de
protección civil, un dragado permanente de todos los afluentes de Tabasco y de
Chiapas”. “Tengo las facultades de decretar, que para proteger al pueblo, las
hidroeléctricas trabajarán de manera distinta, cuidando que no se llene y en
los meses de lluvia no se tenga la necesidad de turbinar más allá de lo que se
necesita para generar energía, sin inundar la planicie tabasqueña”, remarcó en
ese entonces el presidente de la República.
En octubre de este
año el compromiso presidencial de que no se volverá a inundar Tabasco porque se
trabajaría inmediatamente en el desazolve de ríos y lagunas para que no suceda
otra tragedia, está en el aire, parecen ser palabras que se está llevando el
viento, porque ahora que las fuertes lluvias azotan la entidad, ya se vio como
comunidades enteras del estado y colonias de la capital y de varios municipios
se volvieron a inundar, porque no hay un real programa hidráulico y para el
colmo, el anunció de que se comenzó a turbinar la presa de Peñitas que se
supone tendría un manejo responsable, gradual, para que en época de lluvias la
planicie tabasqueña no se vuelva a inundar es simple promesa presidencial,
porque ni siquiera se conoce si la Marina ya adquirió la maquinaria y si ya
inicio los trabajos de dragado en alguna parte del alto Grijalva, y si lo está
haciendo, cuantos kilómetros llevará desazolvado, porque la triste realidad es
que la población está viviendo una nueva zozobra de que se volverá a inundar,
mientras el compromiso presidencial está en el aire.
Ya lleva casi un
año de ese pomposo anunció presidencial de desazolve de ríos y lagunas del Alto
Grijalva y que se le daría un manejo mas responsable a las cuatro
hidroeléctricas, que tampoco es real, porque en cuanto iniciaron las intensas
lluvias, se hizo el anuncio oficial de la turbinación de la presa de Peñitas,
lo cual indica que siguen actuando a la antigüita, que la Comisión Federal de
Electricidad la responsable del manejo de las hidroeléctricas donde se genera
energía eléctrica siguen actuando de manera irresponsable, pues debieron prever
que paras esta época del año el embalse de la presa debería estar a un nivel
bajo que les permita controlar las torrenciales lluvias, para que de esta forma
no se inunde a varios municipios de la entidad, pero si después de dos días de
comenzó a caer el fuerte aguacero se hizo el anuncio oficial que se
incrementaba la turbinación de Peñitas, esto quiere decir que ese nuevo modelo
de operación de las hidroeléctricas para evitar más inundaciones, sigue
guardado en algún cajón del escritorio de algún funcionario de CFE, muy
probablemente en la del director general, Manuel Bartlett Díaz.
Aún no se terminan
de repartir los enseres domésticos a las familias afectadas con las
inundaciones de octubre del año pasado, y ya de nuevo el fantasma de nuevas
inundaciones se ciernes sobre Tabasco pese a la promesa presidencial de que
inmediatamente se comenzarían a realizar las obras necesarias para evitar
nuevas inundaciones en Tabasco, que más bien parece relegado por el poder
presidencial, ya que mientras va a otros estados a entregar obras o supervisar
obras que se realizan, a la entidad solamente ha pasado en viaje de turista el
presidente cuando va a visitar palenque, a Campeche o Quintana Roo.
Y si el gobierno
federal a través de la Secretaría de Marina no ha iniciado los trabajos de
desazolve de los ríos y cuerpos lagunares que integran el Alto Grijalva, y
mucho menos se está haciendo un manejo responsable de las cuatro
hidroeléctricas que a decir del presidente deberían trabajar en forma distinta,
que se buscaría que en los meses de lluvia no esté lleno los vasos de las
presas para darle un manejo responsable y no turbinar excesivamente en los
meses de lluvia para no volver a inundar la planicie tabasqueña, pues que la
ciudadanía de la entidad ya se vaya preparando, porque si llueve a torrenciales
a como ya estamos acostumbrando, se volverán a inundar pese al compromiso
presidencial de que ya no habría nuevas inundaciones para Tabasco, ¿quiere o no
quiere el presidente de la República a Tabasco? esa sería una de las tantas
preguntas que hay que hacerse, porque los trabajos de desazolve debieron de
iniciar desde hace meses para cumplir el compromiso presidencial de que Tabasco
ya no se volverá a inundar.
Viene uno de los
meses más cruciales para Tabasco como es el mes de octubre que es de
torrenciales aguaceros, en octubre de 2007 se inundó la entidad, y en octubre
de 2020 se volvió a inundar, ya a nadie le debe sorprender la intensidad con la
que llueve en Tabasco, por eso todas las autoridades debieron actuar de manera
preventiva, debieron haber hecho el trabajo que les correspondía para evitar
hasta donde se pueda otra posible inundación, pero todos se echaron a la
hamaca, pareciera que para las autoridades federal y estatal es más jugoso, es
mas redituable en sus ganancias trabajar sobre hechos consumados, pareciera que
la desgracia de miles es un jugoso negocio para las propias autoridades, porque
reparten despensas y enseres domésticos a miles de familias damnificadas, que
es adquirido a cierto número de empresas, donde unos ganan con la desgracia de otros.
Pero si el
gobierno federal está en ciernes con el desazolve del Alto Grijalva, en el
gobierno estatal no se cantan mal la rancheras, porque tampoco se ha vistió que
estén realizando trabajos hidráulicos o de desazolve para evitar que poblados,
villas, rancherías y colonias de varios municipios, incluyendo la capital del
estado, que el año pasado se fueron al agua en este año, ya no se vuelvan a
inundar, están en pañales, por lo que si con estas lluvias que están cayendo ya
hay poblaciones inundadas, el mes de octubre podría ser más fatídico para miles
de personas, porque de nueva cuenta se volverán a inundar.
OJITOS
El pasado sábado,
luego de permanecer varios días recluidos en el Centro de Reinserción Social
del Estado de Tabasco (CRESET), el comunicador y activista social, Armando Ruiz
Morales, recobró su libertad, luego de que fuera detenido por una denuncia
penal que realizó la ex-legisladora local Jaqueline Villaverde Acevedo.
La acción penal
concertada entre las autoridades en contra de Armando Ruiz, quien es el
principal promotor para echar abajo la famosa “Ley Dedazo” aprobada por el
Congreso local luego de una iniciativa que enviara el entonces gobernador Adán
Augusto López Hernández, pronto encontró rechazo entre los activistas sociales
y periodistas de diferentes medios de comunicación, que vieron la actuación de
la fiscalía como un ajuste de cuentas, aprovechando la demanda penal de
Jaqueline Villaverde, por lo que las denuncias en las redes sociales no se
hicieron esperar, por lo que esa fuerza que fue adquiriendo Armando aun estando
detenido, por fin logró el, objetivo de que fuera liberado, dejando en
entredicho la actitud de la ex-legisladora local que lo demandó penalmente,
porque ella salió perdiendo.
Si había alguna
posibilidad de que al concluir su periodo como legisladora fuera incorporada
por el gobernador a la Secretaría de Educación de Tabasco, con ese mal paso que
dio la Villaverde, que mal calculó el terreno, ella misma exhibió al gobierno
estatal como un represor y perseguidor de los líderes opositores que no se
pliegan a las indicaciones gubernamentales.
Puede que haya
existido un compromiso con ella por su docilidad al anterior gobernador desde
el Congreso, pero ante su metida de pata que la exhibió públicamente, es
difícil que en el corto tiempo la incorporen a otro cargo público, mucho menos
que la hagan titular de la Secretaría de Educación, porque si fue capaz de
meterse con un comunicador y luchador social, haría cosas más horribles en la
SETAB, donde se llegaría a pelear hasta con los molinos de viento.
VISORCITO
Un verdadero
representante social como es un legislador, en los momentos más difíciles
siempre tiene que estar al lado de su pueblo, proporcionándoles ayuda, checando
que las cosas marchen bien y que no se desborden las pasiones.
El legislador
local Luis Salinas Falcón ha entendido cuál es su función, que no es solamente
legislar, sino también ayudar a la población, por lo que inmediatamente se hizo
presente en algunas comunidades de Jalapa que están inundados a consecuencia de
este torrencial aguacero que no ha parado.
Eso es
precisamente lo que valora una población, que en los momentos mas difíciles sea
su autoridad la que se haga presente, llevándoles ayuda, o estando
personalmente en el lugar para tenderles la mano amiga, y no que solamente se
dediquen a tomar café lo dando órdenes desde la oficina. Buen trabajo de
Luis Salinas.
Otro legislador
que no se quedó atrás, este del PRI, fue Fabián Granier Calles, que digan lo
que digan también hizo su parte en este aguacero, al ir a constatar que algunos
cárcamos de la ciudad de Villahermosa, que son claves para que no se inunden
familias en varias colonias estuvieran funcionando al cien por ciento. Este
tipo de apoyo personal, aunque sea moral, es lo que requieren los ciudadanos,
siempre lo agradecen.
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