OJO VISOR
Jacinto López cruz
En la columna del
pasado miércoles veinticuatro de febrero bajo el titulo “Egla, doctora balín”,
dimos a conocer la forma por demás burlona como la secretaría de Educación se
refirió al rector de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), Guillermo
Narváez Osorio, quien buscaba una mediación con las dos personas que han
demandado una investigación a fondo en contra de la funcionaria de gobierno por
las irregularidades a las que se prestó o incurrió junto con su marido, Alfredo
Islas dentro de la propia Universidad.
La catedrática
Leticia del Carmen Romero tiene dos denuncias en contra de Egla Cornelio y de
su esposo Alfredo Islas, la primera, en la Contraloría de la UJAT, no solamente
por la alteración de una calificación, sino por la vulnerabilidad a la que está
sometido la propia Universidad pues en cualquiera de sus Divisiones Académicas,
en este caso Ciencias Sociales y Humanidades, pueden entrar al sistema y
alterar la calificación que ha sido asentado por un maestro que dio determinaba
materia, pudiendo aprobar o reprobar a quien se les pegue la gana y nada pasa,
y la segunda, ante el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT) por
diversas irregularidades que cometieron los esposos Islas Cornelio, incluso que
indebidamente la secretaría fungió como coordinadora de la maestría y a su vez
era estudiante, como la alteración de la calificación y que está debidamente sustentada con pruebas
fehacientes.
El otro
querellante contra Egla Cornelio, es Leonel
Bocanegra, quien encabeza a un grupo de maestros del nivel de
Telesecundaria, que siguen exigiendo que les entreguen sus plazas a las que
tienen derecho pues se lo ganaron al aprobar el respectivo examen, y que han
entablado una serie de demandas penales en contra de la funcionaria gubernamental
y otros funcionarios de la Secretaría de Educación por venta de plazas, y que
ahora aprovechando la denuncia de la catedrática de la UJAT, también como
egresado de la Máxima Casa de Estudio también presentó una denuncia ante la
Contraloría interna de la Universidad que ya le respondió que ha radicado con
su respectivo número de expediente su denuncia y que se procederá en
consecuencia a la respectiva investigación.
Como la situación
es delicada, pues no solamente se pone en entredicho al gobierno estatal de la
Cuarta Transformación pues una de sus funcionarias está metido en un presunto
acto de corrupción, sino que también le
pega de lleno a la Universidad el saber que existe corrupción, el saber que se
pueden alterar calificaciones y nada pasa, lo que le pega en el prestigio a la
institución por lo que fue el propio rector que de “Motu propio” decidió
prestarse como intermediario o mediador en el conflicto, pues ciertamente está
entrampado en la solución del conflicto,
pero ese “acto de buena”, fue malinterpretado por la funcionaria estatal de que
eran sus denunciantes los que estaban bajando la guardia, por lo que
envalentonada y sintiendo dueña de la situación se negó a una conciliación
propuesto por Narváez Osorio y amenazó con demandar a sus demandantes porque
supuestamente la está desprestigiando porqué ella es incapaz de cometer un acto
de corrupción, tan incapaz, que no ha sido capaz de pagarle a los maestros del
programa de tiempo completo a quienes les adeudan cinco meses de salario y que
entre la pelotera de sus funcionarios que no saben ni donde están parados,
públicamente han dicho que los recursos económicos de salarios fueron desviados
para comprar despensas para los padres de familia de los alumnos que están en
el programa, pero esta es otra historia que también publicaremos, como se
embolsaron los recursos públicos del gobierno federal.
En este mismo
espacio, el Ojo Visor, que en todo está, se hizo el compromiso público de
buscar y entrevistar a la catedrática Leticia del Carmen Romero y Leonel
Bocanegra Tapia, para que ambos dijeran, si ellos solicitaron la intervención
del rector de la UJAT para que mediara con Egla Cornelio para solucionar el
conflicto o había sido Guillermo Narváez Osorio, quien tomó la iniciativa para
“ayudar” a Egla Cornelio y su marido Alfredo Islas a salir del atolladero en el
que se encuentran involucrados, porque no nada mas se trata de un solo caso de
alteración de calificación, sino que son tres personas a las que indebidamente
les cambiaron la calificación para que lograran un mejor promedio en la que
Islas es el directamente involucrado.
Como lo prometido
es deuda, el primer entrevistado fue el dirigente de los maestros de
Telesecundaria, Leonel Bocanegra Tapia quien refirió que a raíz de su denuncia
que realizó en la Contraloría de la UJAT y que le fue contestado el pasado 10
de febrero donde se le informa que se emitió un acuerdo dentro del
procedimiento de investigación PAI-003/2021 sobre su denuncia para iniciar las
investigaciones contra Egla Cornelio, y que fue en esa fecha cuando fue a
entregar una copia a la rectoría de su denuncia que el propio Narváez Osorio le
pidió que se sentaran a dialogar en torno al asunto.
Narváez le pidió
que por el bien de la Universidad para que no se siguiera poniendo en
entredicho su prestigio, y por el bien del gobierno estatal al estar
involucrada una funcionaria de gobierno que les pegaría durante el proceso
electoral, le pedía amablemente ser el puente, conducto, interlocutor y
mediador con la secretaría de Educación, Egla Cornelio, si estaban de acuerdo a
llegar a algún arreglo, y que le pedía 15 días de tregua, sin publicar nada a
efecto de que se pudiera dar la solución, comprometiéndose a buscarlo en cuanto
tuviera buenos resultados.
El dirigente de
los maestros le refirió a Narváez que no estaba sujeto a negociación la entrega
de las plazas que por derecho se habían ganado los maestros y que en un acto de
arbitrariedad había congelado Egla Cornelio y que ahora a mitad del ciclo
escolar estaban realizando un reacomodo de maestros a efecto de desaparecer las
plazas aun cuando esto iba en perjuicio de los alumnos, que lo más que podía hacer dada su buena
disposición-de Guillermo-, era darle tiempo, es decir, accedía a la tregua de
15 días para ver cual sería el desarrollo de las cosas, y cumplió su palabra Leonel Bocanegra no
publico nada en esos 15 días, pero que el rector le falló pues ni siquiera le
llamó para comentarle como estaban las cosas, sino que tuvo que acudir a la
rectoría de la UJAT, para que ahí le dijera que las cosas no habían prosperado
pues Egla Cornelio se negaba al diálogo y que momentáneamente ahí quedaban las
cosas.
Bocanegra acusa
que todo fue un ardid del rector de la UJAT para apoyar o ayudar a Egla
Cornelio a efecto de que su marido Alfredo Islas, que se jacta que es uña y
mugre con la directora general de CONACYT, organismo a donde también había
puesto otra denuncia contra Egla Cornelio,
maniobrara para que el Consejo de Ciencia y Tecnología le contestara que
su demanda no procede ante ellos, que recurra a otras instancias, dejando en
claro que se inconformara y recurrirá a otras instancias federales pues Egla y
su marido Alfredo Islas están metidos en actos de corrupción dentro de la
Universidad y tienen que ser castigados, incluso, se hará escuchar en Palacio
Nacional ante el presidente de la República para decirle que en su tierra reina
la corrupción ´propiciado por el gobierno de la Cuarta Trasformación pues uno
de sus funcionarios de primer nivel está metido hasta el cuello y no pasa nada,
por lo que no habrá tregua hasta que le asignen las plazas que por derecho les
corresponde.
Por su parte la
catedrática Leticia del Carmen Romero refirió sobre la forma en que se dio
cuenta que habían alterado la calificación de Egla pues estando enferma le
pidió al responsable de sistema de la división le proporcionara una contraseña
para poder accesar y le dijo que no había problema que las cosas el las
resolvía al momento.
Durante la
entrevista refirió: “Jacinto, te has quedado corto en tu denuncia, no es en si
el hecho de cambiar la calificación de ocho a diez, no, esto va mas allá. es la
vulnerabilidad del sistema de las Divisiones Académicas, en este caso de
Ciencias Sociales y Humanidades donde cualquiera puede entrar al sistema y
cambiar la calificación que le asentó un maestro a un alumno, incluso lo pueden
perjudicar reprobándolo, esto es lo ignominioso, déjate si el marido de egla
Cornelio alteró mi calificación de ocho que le puse por un diez, es lo
vulnerable del sistema de calificaciones, donde incluso, la rectoría no puede
accesar, pues cada división es responsable del sistema de calificación, donde
ya no se firman actas como antes, pues el maestro sube las calificaciones de
sus alumnos, le da un clip y listo, a partir de ahí queda expuesta la
calificación al mejor postor”.
La catedrática
refirió, que fue contactado por el rector quien lo recibió en su oficina, el
mismo día que platicó con Leonel Bocanegra; por la mañana platicó con Bocanegra
y por la tarde lo hizo con Leticia Romero, quien de entrada dejó en claro que
no buscó la intermediación de Guillermo Narváez, sino que fue él quien lo
contactó, porque ella solo busca justicia, que se castigue el abuso de poder, y
le restituyan todos sus derechos académicos en el posgrado, incluso en el SNI
pues al no estar en los posgrados no puede subir de nivel, o sea, no está
negociando, no está mendigando nada sino solamente exigiendo que se respeten
sus derechos pues el reglamento de la Universidad ha sido violada en su
perjuicio y eso se tiene que corregir.
Refirió que
Narváez Osorio, a como lo hizo con Bocanegra, le pidió una tregua que no publicara en sus redes, que lo
iniciara por la Universidad que está siendo dañada, pues no es válido que hacia
afuera de ventilen actos de corrupción cuando a la Universidad le ha costado
mucho esfuerzo conservar su prestigio, en lo que ella estuvo de acuerdo, pero
sabía de antemano que no habría tregua, ni acuerdo, pues Egla Cornelio se
siente protegida que nada le pasará, y que ella va con todo hacia adelante pues
su demanda en el CONACYT y en la Contraloría Interna de la UJAT tiene que ser
resuelto, al menos que el rector quiera hundirse en el desprestigio de la
corrupción.
Reconoció que
Guillermo Narváez se comprometió a establecerle todos sus derechos, pero que a
cambio le pidió desistirse de su denuncia, ante lo cual respondió que eso sería
imposible porque está en manos de CONACYT, “….quizás con la denuncia ante la
UJAT lo puedan maniobrar, ahora ya tengo
nociones de como me responderán en CONACYT que se ha tardado en responder,
aducirán que hay dos profesores externos que podían meter mano a mi materia,
sin respetar la libertad de cátedra, es decir la responsable de asignar la
calificación es el catedrático que imparte y nadie más como esta irregularidad
que quieren hacer aparecer de los maestros externos, que hasta el rector
reconoció que es una irregularidad”.
Leticia Romero
advierte: “te decía hace rato Jacinto que te quedaste corto en tu denuncia, porque
no fue una sola calificación la que alteraron, en total, a tres alumnos que le
impartí la materia Seminario Interdisciplinario le cambiaron las
calificaciones, Egla Cornelio Landero, su hermana Rosa Cornelio Landero y
Silvia Morales que ahora trabaja en la SETAB, a las tres les asenté la
calificación de ocho y las tres aparecieron con calificación de diez, por eso
no es en sí el cambio de calificación de ocho a diez, también les pudieron
haber puesto menos, es la vulnerabilidad del sistema de como se pueden alterar
calificaciones, en la que sin duda tendrá que responder el anterior director
Fernando Rabelo, te imaginas lo que todo esto representa”. Leticia Romero dice
que no quitará el dedo del renglón y reconoce que el rector solito se entrampó
pues le confeso que no sabe como solucionará el problema de la calificación de
Egla, y ahora que se sabe de su hermana rosa y su amiga Silvia. Pesado la
corrupción en la UJAT.
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