A nivel nacional los partidos de izquierda lejos de seguir esperando el guiño del dirigente nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador, para una gran alianza electoral rumbo a las elecciones de 2018 donde se habrá de elegir presidente de la República, han decidido construir una cuarta vía electoral, la que sin duda repercutirá en Tabasco para la elección constitucional de gobernador donde pueden ir en alianza para retener el poder.
Mientras que Andrés Manuel López Obrador sigue obsesionado en destruir una alianza electoral con todos los partidos de izquierda para ganar la presidencia de la Republica en 2018 que será su última oportunidad para intentar ceñirse la banda presidencial, más bien está obsesionado en dinamitar el camino hacia el Palacio Nacional, creyendo que solo con la voluntad popular y con su partido Morena tiene suficiente para ganar esa elección presidencial, pero más bien se encamina a su tercera derrota electoral, porque no se está enfrentando a párvulos de la política, sino a políticos experimentados, mañosos, que harán todo lo que tengan que hacer para impedirle su triunfo electoral, porque como él bien lo dice, se está enfrentando a la mafia del poder que cerrará las pinzas para cerrarle el paso.
Bajo esa cerrazón de Andrés Manuel López Obrador, le ha quedado en claro a las dirigencias de los partidos de izquierda (PRD, Movimiento Ciudadano y PT) que no se van a quedar cruzados de brazos esperando que el dirigente de Morena por fin decida dar el paso de ir en alianza, mientras los maldice, mientras los tacha de corruptos, por lo que han decidido crear una cuarta fuerza electoral, esta sí, que debe ir alianza, incluso, con otros partidos u organizaciones civiles para lanzar un candidato presidencial que ante la debilidad del Partido Revolucionario Institucional y un Partido como Acción Nacional que ha ido construyendo acuerdos subterráneos con el mismo poder presidencial para construir una candidatura como la de Moreno Valle para posiblemente entregarle la presidencia de la Republica y no dejar pasar a López Obrador, esta cuarta fuerza pueda incidir en la población para lograr que la verdadera alternancia en el poder.
En Tabasco la construcción de esa cuarta fuerza electoral, es visto con buenos ojos por la cúpula del poder, toda vez que tanto a nivel nacional o estatal ha quedado muy claro, que no existen las condiciones de ir en alianza con Andrés Manuel López Obrador por sus constantes ataques y agravios que han sido contestados por los gobernadores de Morelos, Graco Ramirez Garrido; Michoacan, Silvano Aureoles; de la Ciudad de México, Miguel Mancera, quienes han cuestionado severamente a AMLO, mientras que el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, ha sido muy prudente pese a los ataques viscerales del tepetiteco, por lo que se cree que también le ha quedado claro que es imposible una alianza electoral por la gubernatura de la entidad y que bajo ese entendido hay que crear las condiciones políticas para una alianza con Movimiento Ciudadano, Partido del Trabajo sin descartarse que a como se presenten las condiciones políticas en el altiplano por la presidencia de la Republica, hasta el PAN y el PRI entren a esa alianza electoral donde estará en juego la gubernatura, que deberá ser retenido por el partido gobernante.
Bajo esas condiciones políticas de crear a nivel nacional una cuarta opción electoral por los partidos de izquierda, el dirigente nacional del Partido Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, a pesar de que en el pasado mantuvo algunas diferencias con Pedro Jiménez León, al grado que se enfriaron las relaciones, ahora lo reactivó y lo mandó a caminar todo el estado para medir sus posibilidades de convertirse en candidato a la gubernatura de Tabasco, es claro, que esta nueva decisión de Pedro que ya anunció que lo hará los fines de semana, para evitar señalamientos de estar disponiendo de recursos económicos o materiales de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario Forestal y Pesca (SEDAFOP) para su provecho personal, también fue platicadlo con el gobernador del estado, Arturo Núñez Jiménez, quien al ser un ortodoxo de la política abrirá el camino de la sucesión gubernamental para todos aquellos aspirantes que quieran hacerlo, para irlos y midiendo y posteriormente cuando llegue el momento de la unción, tenga opciones para dejar que su partido tome la decisión de ungir al mejor de ellos.
Desde luego que Pedro Jiménez León no está solo, hay varios aspirantes a la candidatura a la gubernatura, podría decirse que en el ala de izquierda, pero especialmente en el PRD, la caballada está engordando, ya lo dijo el Senador perredista Fernando Mayans Canabal que aspira a esa posibilidad, igualmente, el diputado local, Juan Manuel Fócil Pérez, quiere, apuntan a la cabeza para alcanzar otro hueso en el 2018.
También tenemos a Oscar Cantón Zetina, representanta del Gobierno en la Ciudad de México, que aunque su tinte va encaminado a ser un candidato independiente o ciudadano, desde hace un buen rato viene caminando el territorio tabasqueño, ahora mismo lo hace como invitado especial de la Asociación Civil “Creemos en Tabasco” que hasta el pasado fin se semana llevaba inaugurado cuatro cibercafé gratuitos para estudiantes; y de igual manera como candidato natural a la gubernatura podría verse al joven alcalde de Centro, Gerardo Gaudiano Rovirosa, que traer un ritmo impresionante de trabajo que ni sus mismos funcionarios le están aguantando el paso; y ni qué decir del presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado, José Antonio de la Vega Asmitia, que lo veíamos más metido en la propia dinámica de la legislatura, pero que en las últimas semanas se ha observado que acude a todos los eventos a donde lo invitan estrechando la mano de las personas, lo que indudablemente deja entrever que si está interesado en la gubernatura de Tabasco y que llegado el momento tendrá que moverse como pez en el agua para posicionarse, para ser mejor conocido en todo el estado, aunque tendrá que soltarse un poco más, dejar de ser un poco receloso, porque en política, quien no se mueva o se dé a conocer entre la población, por más cargo relevante que tenga no se verá su crecimiento político de aquí al 2018.
Aunque hay quienes promueven a César Raúl Ojeda como otra opción a la gubernatura, a estas alturas se ve como un cartucho quemado, como un político neófito que pasó sin pena, ni gloria por la Secretaría de Gobierno, en donde en vez de ayudar a los perredistas los desdeñó y donde ya fue borrado de un plumazo por su sucesor, Gustavo Rosario que está demostrando que si conoce de las tablas de la política que ha puesto en práctica con bueno resultados hasta el momento.
Como se puede observar, las decisiones que tomen los partidos de izquierda en el altiplano que a estas alturas, ya definitivamente han descartado una alianza electoral con Andrés Manuel López, también incidirá en la decisión que se tome en Tabasco para elegir al candidato a la gubernatura que deberá ir en una gran alianza para enfrentar a Morena y al mismo AMLO, porque en este momento el PRI, ni el PVEM, no representan una verdadera opción política porque están diezmados, porque mucha de su militancia poco a poco ha ido desertando para irse a Morena, y en menor escala al PRD, y por esas circunstancias no están, ni estarán en el 2018, reposicionados para enfrentar al partido gobernante, ni a Morena, cuyo camino está trazado que se enfrascarán en una lucha electoral sin cuartel en el 2018.
En esta lucha por la sucesión gubernamental, el gobernador Arturo Núñez como un ortodoxo de la política, será garante, de que su partido nomine al mejor candidato, al más posicionado rumbo a la gubernatura, pues tal como lo hizo en las elecciones intermedias en donde dejó al libre juego las candidaturas, cuando la clase política estaba acostumbrado a que el gobernador en turno metiera las manos y los pies en la decisión, Núñez se abstuvo, dejó todo al libre juego, incluso en la decisión de Centro, donde finalmente, al ser encuestado e ir arriba en las preferencias electorales, Gerardo Gaudiano fue ungido dos veces como candidato a la alcaldía de Centro por el PRD.
Pese a que hay quienes argumentan que Núñez Jiménez deberá cuidar su salida, poniendo a su candidato a la gubernatura para que supuestamente le cuide las espaldas, como un gran conocedor del librito político, el gobernador no meterá las manos para inclinar la balanza a favor de nadie, incluso, ni a favor de José Antonio de la Vega, por lo que dejará al libre juego la sucesión gubernamental, donde deberá salir ungido el mejor posicionado en las preferencias electorales, tomando en cuenta que Morena, prepara sus cuadros para enfrentar al PRD en el 2018, porque en este momento no hay condiciones para una alianza entre PRD-Morena, salvo que con el paso de los meses el pejeman, recapacite, reaccione y vea que en solitario él, la sociedad civil y Morena, no podrán enfrentar a la mafia del poder, salvo que vayan todos los partidos de izquierda juntos, pero habría que observar si para esas alturas del tiempo, el PRD, Movimiento Ciudadano y PT, todavía les interese construir esa alianza, porque desde semanas atrás, decidieron construir una cuarta vía electoral en todo el país y en eso trabajan, y no se cierran a que otros partidos u organizaciones sociales o civiles, quieran sumarse a ese proyecto en construcción.
Por lo pronto, Pedro Jiménez aprovechando esa circunstancia haya decidido entrar al rejuego por la sucesión gubernamental, nada tiene que perder y si tiene mucho que ganar, porque en caso de que no le alcance los números para ser candidato, podría ser candidato al Senado o una diputación federal, que es lo mismo a lo que le apunta Juan Manuel Fócil y Raúl Ojeda, en cambio, Pepe Toño, Oscar Cantón y Gerardo Gaudiano le apuestan a la silla de plaza de armas y no a otro cargo.
Hay que recordar que la última vez que Pedro Jiménez León aspiró a la gubernatura de Tabasco fue durante el sexenio de Roberto Madrazo Pintado, quien aparte de destruir a la clase política gobernante, terminó traicionando a Pedro Jiménez León, a quien llamó para decirle que sería candidato a la gubernatura, solamente para distraerlo, porque ya traía a Manuel Andrade como su As bajo la manga y esa actitud de Madrazo fue la gota que derramó el vaso para que Pedro Jiménez renunciara al PRI.
OJITOS
El rector flojo, haragán y uña larga de la Universidad Politécnica del Golfo de México (UPGM) Eddy Arquímedes García Alcocer y la vicerrectora Laura Elena Herrera Jiménez, quien es la que verdaderamente manda en ese centro de estudios, le andan buscando tres pies al gato cuando tienen cuatro patas. Este rector que solamente llega dos días a la semana a la institución mientras que Laura Elena ejerce la función de rectora, cree que está libre de cien azotes, cree que no se sabe que mal usado los recursos públicos de la Universidad para su beneficio personal, como también su secretaría particular y vicerrectora, la tal Elenita a quien le gusta que el personal le haga reverencias, ha desviado recursos para la construcción de un moderno edificio en Paraíso, donde sueña con poner su propia Universidad, pero rapiñando los recursos públicos de la sufrida UPGM, donde los alumnos al igual que en otras instituciones de educación superior, no cuentan con los mínimos recursos para realizar sus prácticas profesionales, mientras Eddy Arquimedes que llegó a ese cargo recomendado por el cardenense Nito Amat, se dedica a dilapidar los recursos. Esta es la primera llamada para este rector cara de niño que se quiere pasar de listo, porque si hay algo con lo que no se debe jugar es con los salarios de los trabajadores.
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