Ante lo que ya se considera un crimen de Estado al ser forzada la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa, Guerrero, por parte de policías al servicio del crimen organizado y ante la impotencia del gobierno federal que da bandazos porque no ha podido localizarlos, ahora están creando cortinas de humo lanzando acusaciones a diestra y siniestra; primero, intentaron involucrar a los estudiantes con una de las bandas delictivas, y desde el mismo domingo cuando Andrés Manuel López Obrador llenó el zócalo de la capital del país, comenzaron a denostarlo, exigiéndole que aclare su relación con el ex-alcalde de Iguala, José Luis Abarca, aun cuando el peje se deslindó públicamente. A un mes y días de la desaparición forzada de los 43 estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa, el gobierno federal ha mostrado una total incompetencia para localizarlos vivos o muertos, pues han caído en sus propios enredos al grado de que el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, en una forma vil, ha pretendido involucrar a los desaparecidos con uno de los grupos delictivos (los rojos) que operan en el municipio de Iguala, Guerrero, contrarios al otro grupo (Guerreros Unidos) cuya cabeza visible, José Luis Abarca, ahora prófugo de la justicia, quien despachaba desde la presidencia municipal, dio la orden de detenerlos para evitar que fueran a interrumpir el informe que esa noche rendía su esposa que también es prófuga de la justicia. Ante su brutal incompetencia y ante los reclamos que está subiendo de nivel no solo en los estados del país, sino a nivel internacional, donde comunidades de estudiantes están realizando marchas para exigir que presenten vivos a los alumnos de la escuela Normal de Ayotzinapa, el gobierno federal creyendo que puede darle atole con el dedo a la población mexicana ha comenzado a tender cortinas de humo lanzando acusaciones a diestra y siniestra, pero ni aun así, logran calmar a la sociedad que está irritada por ese esas arteras desapariciones, en donde participaron las propias autoridades que se supone deben brindar protección a la ciudadanía, y lo más deleznable, es que hubo evidente complicidad, omisión, sumisión y hasta indolencia, de todas las instancias de gobierno porque es inverosímil que ni los mismos servicios de inteligencia o investigación de los cuerpos policiacos federales, del Cisen, del Ejército y la Armada de México, no hayan advertido lo que estaba y sigue pasando en Iguala, como en muchos otros municipios de esa entidad federativa, donde sus autoridades están coludidas. El nerviosismo en el gobierno federal subió de nivel el pasado domingo cuando el máximo dirigente del Partido del Movimiento de Regeneración Nacional, Andrés Manuel López Obrador, convocó a sus seguidores a manifestarse en el zócalo de la capital del país para protestar en contra de la privatización del petróleo luego de la reforma energética, logrando un lleno completo, donde aprovechó para exigir la renuncia del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, por su incompetencia, ya que no bastaba con la caída del ex-gobernador de Guerrero, y que se tenía que llegar hasta sus últimas consecuencias y castigar a los verdaderos responsables de la desaparición de los jóvenes Ayotzinapos. Es claro que el nerviosismo caló hondo entre la cúpula política priista que gobierna a nuestro país, con la exigencia de Andrés Manuel López Obrador de que Peña Nieto renuncie antes de diciembre a la Presidencia de la República para elegir a otro presidente, por su incompetencia y complacencia para resolver con prontitud la desaparición de los estudiantes, al grado que se ha desatado una campaña de desprestigio en contra de AMLO, vinculándolo con José Luis Abarca, el ex-alcalde de Iguala, prófugo de la justicia y presunto responsable de dar la orden de detener y desaparecer a los estudiantes, pese a que el mismo peje frente a todos sus seguidores ahí en la plancha del zócalo se deslindó del ex-edil y del ex-gobernador. Es claro que la campaña de desprestigio en contra de Andrés Manuel López Obrador continuará por parte del gobierno federal, porque están nerviosos, ya que después de haber observado como llenó el zócalo capitalino, este puede ser capaz de convocar todo el país para realizar manifestaciones masivas para exigir la renuncia del presidente de la República, porque su gobierno ha mostrado una total incapacidad para localizar a los estudiantes, porque solo dan bandazos a más de un mes de las desapariciones y porque sus familiares ya no creen en el cuento chino de la Procuraduría General de la República que quiere cerrar el círculo en torno a la delincuencia organizada y que solamente estos fueron los responsables de las desapariciones de los 43 jóvenes a quienes consideraban aliados de una banda rival, y no quieren cargar con la responsabilidad de que se trata de desapariciones de Estado, donde hubo dolo, negligencia, omisión, complicidad y contubernio de una parte de la clase política de Guerrero con los delincuentes; llegar hasta el fondo de este tenebroso caso sería destapar toda la cloaca, la podredumbre donde muchos políticos ligados a los partidos políticos están hasta la coronilla de complicidad que no es de ahorita, sino de anteriores gobiernos, esto se vino incubando desde hace muchos años, porque el crecimiento delictivo en cualquier estado del país es producto de las componendas entre autoridades y delincuentes. Si bien es cierto que el Partido más dañado en el caso de Guerrero, es el PRD, pero especialmente la tribu ADN, impulsora de la candidatura Angel Aguirre Rivero a la gubernatura y de José Luis Abarca, como alcalde de Iguala, y que no basta que su dirigente nacional haya perdido perdón, aquí el daño frontal es para el gobierno federal que encabeza, Enrique Peña Nieto, y para el Partido Revolucionario Institucional, porque la condena a nivel internacional es en contra del gobierno mexicano por su evidente incapacidad para mostrar resultado a un mes y días de las desapariciones, están completamente enredados, porque desde el inicio cuando descubrieron las primeras fosas con cuerpos el propio Procurador General de la República negó que fueran los cuerpos de los estudiantes, que había la posibilidad de que estuvieran vivos, pero conforme pasa el tiempo estas posibilidades se diluyen, mientras que las voces de inconformidad y las marchas exigiendo que aparezcan sube de nivel cada día, por eso al gobierno federal le conviene tender cortinas de humo lanzar distractores que les permita ganar tiempo para plantear alguna estrategia relacionado con este tenebroso asunto, que no tiene para cuando parar. La historia que salió a vender al extranjero el presidente de la República, Enrique Peña Nieto, después de su reforma energética, de que nuestro país un lugar seguro para invertir, que se había reducido considerablemente a la delincuencia organizada, se ha derrumbado estrepitosamente a raíz de las desapariciones de los estudiantes de Guerrero, ahora hay países que están condenando este atroz atentado y exigiéndole al presidente de México que haya resultados pronto y que caigan los responsables, así sean políticos de alto nivel que estén coludidos o delincuentes, porque el país de la impunidad se debe acabar, pero todo indica que el gobierno federal no quiere ir al fondo del problema, porque hay mucho mar de fondo, hay muchos políticos implicados, y solo quiere darle atole con el dedo a la población, intentando crear cortinas de humo como en el caso de Andrés Manuel a quien ahora quieren ligar al ex-alcalde de Iguala, propuesto como candidato por la corriente ADN, grupo con el cual el peje mantenía serias diferencias políticas. OJITOS A raíz de los hechos violentos de Iguala, Guerrero, que tiene serias repercusiones en todo el país, durante su intervención del pasado domingo en el primer pleno de noveno Consejo Estatal del PRD, donde se eligió a su nuevo dirigente estatal que es Candelario Pérez, el secretario general del CEN del PRD, Héctor Miguel Bautista López, dio a conocer que llevarán a cabo una convocatoria en los estados y municipios donde son gobierno para revisar la forma en que están gobernando, pero sobre todo, como trabajan en materia de Seguridad Pública. Ojalá que lo expresado por Miguel Bautista no solo sea de lengua, ni buenos deseos, y aquí en Tabasco lleven a cabo una exhaustiva revisión sobre la conducta y forma de gobernar de varios de sus ediles, quienes a pesar de que han comprado a los auditores del Organo Superior de Fiscalización del Congreso para dar por bueno o por realizado obras que no existen o que están en greñas, se van a dar cuenta que son ratas de dos patas, sin moral, que solamente llegaron al cargo para enriquecerse y que están haciendo lo mismo de lo que acusaban a alcaldes priistas, cuando eran opositores. Si lo que paso en Guerrero, no sacude la conciencia (digo si es que todavía lo tienen) de los principales dirigentes del PRD a nivel nacional, que es la organización más afectada al descubrirse que uno de sus alcaldes es el principal responsable de la desaparición de los estudiantes Ayotzinapos, y que eso obligó a Angel Aguirre Rivero a dejar el cargo de gobernador, por su omisión o quizás complicidad con lo que pasó en su estado, si eso no cala hondo, profundo, ya no habrá nada que haga que el PRD enderece el rumbo y vuelva a retomar su principio histórico para el que fue creado. Si el secretario general del CEN del PRD, Héctor Bautista, cumple lo expresado el pasado domingo, tendrá mucho trabajo para revisar con lupa a los alcaldes de Cárdenas, Avenamar Pérez Acosta, presunto acusado de pederastia, pero más de actos de corrupción al más alto nivel; al alcalde de Nacajuca, Pedro Landero López, a quien indirectamente Andrés Manuel López Obrador acusó hace un año de comprar ranchos y camionetas de lujo con recursos económicos del presupuesto público, y vaya que la población sabe la forma deshonesta como está actuando el edil; al alcalde de Macuspana, Víctor Manuel González Valerio, quizás el más corrupto de todos los ediles perredistas, quien se ha dado el lujo de comprarle a su junior, un helicóptero para que sobrevuele el municipio, caballos valuados en cientos de miles de dólares que han traído de Estados Unidos, al grado de que el municipio está en deplorables condiciones, pues la mayoría de los parques públicos de las comunidades carecen de alumbrado público, la falta de agua potable comunidades perredistas, como la villa Benito Juárez, donde vivió durante años Valerio habla de su indolencia y la alta corrupción de varios de sus ediles. Quizás convendría, que Héctor Bautista checara el modo de vida del hijo putativo del edil Valerio para que constara la hasta ahora presunción que lo liga a grupos delictivos de la zona, pero que para sorpresa de muchos militantes perredistas lo acaban de convertir en consejero nacional y cuidado porque el horno no está para bollos. Ojalá que esa revisión se haga a fondo y no solamente sea un discurso político de ocasión, porque en todo caso, será el PRD que salga perdiendo. Si nada los mueve para evitar la corrupción, ya nada los moverá.
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