Considerado como uno de los grandes negocios que realizó la administración granierista, desde la misma compra de los autobuses, hasta los millonarios subsidios que se le suministraban, cuya mayor cantidad se quedaba en manos de los administradores lo que ha representado su bancarrota, ayer fue desalojada las instalaciones del transbús por antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), luego de la amenaza de que paralizarían el servicio en la ciudad de Villahermosa, en la disputa por el control de dos grupos antagónicos. Desde hace un par de semanas cuando el Instituto Registral del Estado de Tabasco declaró como válido la asamblea donde fue elegido, Layres Carrera Pérez, como presidente del Consejo de Administración del transbus corredor Méndez-27 de Febrero, destituyéndose a Rubén Salomé Cárdenas, los dos grupos antagónicos han mantenido un férreo enfrentamiento que ha llegado a los golpes, se han demandado penalmente, y desde el pasado viernes Rubén Salome, a quien se le conoce como el “muerto-vivo” por aquello que hace como quince años se hizo pasar como muerto para que su viuda cobrara los seguros de vida, se atrincheró en las instalaciones del Transbus que se localiza en el periférico de la ciudad, junto con un grupo de personas, precisamente para no entregarla al nuevo presidente del Consejo de Administración por lo finalmente ayer fueron desalojados y trasladados a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia en donde rendirán sus declaraciones. Durante el sexenio granierista el transbús representó un jugoso negocio para quienes lo dirigieron, como para las propias autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, misma que fue desde la compra de los camiones a una misma empresa que representó ganancias por debajo del agua, hasta los subsidios millonarios para otros gastos refacciones, pago de unidades) independientemente del subsidio oficial que se le suministra para que se mantenga el descuento a estudiantes y personas de la tercera edad; hubo mucho dinero de por medio que se quedó en unas cuantas manos de quienes lo dirigieron, por lo que al llegar la administración de Arturo Núñez y detectar las graves irregularidades, suspendió todos los apoyos económicos extraordinarios, por lo que pronto al interior del Tranbus se comenzaron a sentir los estragos al no llegarles esos recursos al que estaban acostumbrados. La merma económica, aunado a los malos manejos financieros como la falta de pagos de impuesto a la Secretaría de Hacienda, la falta de pagos a proveedores y la disputa por el Consejo de Administración, originaron que camiones del corredor Méndez-27 de Febrero comenzaran a quedarse botados en las calles, de que no estén prestando el servicio adecuadamente, al cien por ciento, en detrimento del público usuario que no tiene por qué pagar los platos rotos que se viven al interior de esa organización. El amago por paralizar el servicio de transporte urbano en Villahermosa, debió ser el detonador para que las autoridades estatales se vieran obligados a actuar para evitar que este conflicto interno se agudice, además de que si ya existe un reconocimiento a una de las partes como presidente del Consejo de Administración, pues hay que respetar la legalidad, les guste o no a la otra parte que encabeza Rubén Salome Cárdenas, quien además es una fichita, por el delito de fraude que cometió contra Pemex al hacerse pasar por muerto para cobrar la indemnización de la paraestatal por lo cual su esposa, Marisol Romero y su hija María Guadalupe Salomé, estuvieron en el reclusorio por haber cobrado esa indemnización. Hasta mucho se habían tardado las autoridades estatales para intervenir en este conflicto que si bien es originado por los propios socios que se disputan el control, si es un problema que atañe a todos, mucho más a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que encabeza José Antonio de la Vega Asmitia, quien llegó a enderezar entuertos, pues ha descubierto una serie de trampas y de actos de corrupción que realizaron en el anterior sexenio y que llegó dispuesto a combatir, pero esto obviamente genera resistencia de quienes se niegan a entender que esta es otra administración que está intentando combatir toda la podredumbre que prevaleció durante muchos años en esa dependencia, en una correlación entre funcionarios y transportistas que se arreglaban en lo oscurito y el único que salía perdiendo es el público usuario. El Transbus durante la administración granierista fue vendido como una panacea modernizadora a todo lo que olía a transporte urbano en Villahermosa, se nos vendió el cuento de que estaría la altura del transporte público urbano de otros estados del país como Guadalajara, que se evitaría la saturación de personas en las paradas pues a cada determinado tiempo (minutos) estarían pasando los camiones en cada una de las rutas lo que evitaría contratiempos y quejas de los usuarios. Se optaron por camiones de 40 pasajes en vez de las llamadas combis de la muerte o microbuses que circulaban por diferentes rutas, con el argumento de que así se descongestionarían las rutas urbanas de la ciudad, pero no adecuaron las vialidades, pese a que estaban conscientes de que se requería porque hay calles tan angostas por donde las maniobras del transbus se dificulta, al grado que han obstaculizado la circulación de otras unidades motrices; el tiempo le está dando la razón a los transportistas que se opusieron al proyecto de que regresara los grandes camiones porque no serviría para descongestionar el servicio urbano, sino que lo agudizaría, que las vialidades, Salvo Méndez y 27 de Febrero, estaban obsoletas para que por ahí circularan, además de que la vida útil de cada camión se reducía sustancialmente y no rendiría lo que estaban esperando . La intervención de las autoridades en el caso del Transbus se hizo para garantizar el servicio de transporte público urbano en Villahermosa, en el principal corredor de Méndez y 27 de febrero porque no se puede vivir bajo una constante amenaza, de que cualquier día de estos, amaneceríamos sin servicio urbano lo cual sería sumamente delicado, pero es claro que los detractores del gobierno saldrán a decir que fue un asalto a las instalaciones, que se violentaron los derechos de quienes estaban en las oficinas a la hora del desalojo, pero en los hechos el gobierno por medio de la SCT estatal está obligada a garantizar el servicio de transporte urbano así tenga que liberarlo o como en este caso que se desalojaron las instalaciones que se negaba a entregar Rubén Salomé porque el nuevo presidente del Consejo de Administración reconocido por el Instituto Registral del Estado de Tabasco es Layres Carrera Pérez y por lo tanto será el responsable de dirigir esa organización, mientras en los tribunales se siga el proceso legal. Entre las anomalías que cometió Rubén Salomé Cárdenas como presidente del Consejo de Administración del Transbus, se encuentra la utilización poco clara del recaudo de la máquina de la oficina de Pino Suárez, ya que el dinero que ingresaba por recargas y reposición de las tarjeta de prepago que recibe la empresa de los usuarios se deposita directamente ahí y Rubén lo controlaba a través de Deborah Jiménez, quien no da cuentas a nadie más que a él, de las entradas reales de dinero, siendo menor el monto que se deposita del que se recauda. Pagos discrecionales a socios por adelantado y sin soporte documental, además con inconsistencias en los montos; Rubén Salomón y su grupo han dispuesto por adelantado de pagos por dividendos no generados, los cuales sobrepasan el mes en curso, por lo que tanto él como Juan de la O, Julio Moguel Montes, tienen pagados sus dividendos de todo 2014, cuando ni siquiera ha transcurrido el primer semestre del año, como también se paga discrecionalmente y ante que a los demás socios, a los líderes de y ex-líderes de las uniones que lo apoyan como José Sánchez Cerino de UTPCAM; Rogelio Franco Murueta, de VICOSERTRA; Miguel Angel Román Vidal, de SETRATAB y Rosario Baeza, de UTUCC. Los integrantes del Consejo de Administración afines a Salomé Cárdenas, han recibido dinero en calidad de préstamo con cargo al recaudo diario de los camiones, sin que se determine fecha de reintegro, ni esté estipulado como como una prestación o derecho de esos integrantes, lo que desde luego repercute en contra del patrimonio de la misma empresa. En la nómina del Transbus aparecen nombres de familiares y amigos de Rubén Salome, como Carlos Pérez (su yerno), Rogelio Morales García, Eutiquio Cornelio Bautista, José Alejandro de la O Méndez, Carlos Alberto de la O Méndez, Reymundo Morgano Orozco, Alejandro Vidal García, Julio Jaret Pérez Balcazar, Gregorio Gómez Jiménez. Por si eso fuera poco, Rubén Salomé Cárdenas, no entregó fehacientemente todos los informes que señala la ley de sociedades mercantiles, pese a que se lo han requerido en múltiples ocasiones, en forma individual o colegiada por los Comisarios, por lo que en la asamblea general que realizó no puso a disposición de los accionistas los informes financieros de la sociedad a la fecha de cierre del ejercicio anterior, ni un informe sobre la marcha de la misma en ese ejercicio, por lo que violentó lo establecido en el, artículo 173 de la Ley General de Sociedades Mercantiles que obliga a entregar los informes por lo menos quince días antes de la fecha de la Asamblea Ordinaria. Hay que recordar que existe una demanda penal ante el Ministerior Público promovido por varios socios por la falsificación del acta de asamblea del 7 de enero de 2011, en donde las firmas que aparecen no son de los socios de la Unión VICOSERTRA, acta que falsificó con el fin de relegirse como secretario general de dicha organización, contando con el apoyo de los ex-secretarios de Comunicaciones y Transportes del estado, Adrián Hernández Balboa y Aquiles Domínguez Cerino. Además de que los socios entregaron un oficio ante la Junta de Conciliación y Arbitraje del estado para destiturilo por falsificación de firma. Tanto la demanda penal como el oficio ante la Junta cobran vigencia ahora más que nunca, luego del desalojo y detención de Rubén Salomé Cárdenas, cuyo imperio comienza a hacerse pedazos.
OJITOS
La marcha que protagonizó el pasado viernes el sindicato del Tribunal Superior de Justicia, es una muestra de que no mentimos en nuestra entrega del pasado jueves donde además de dar a conocer “un hecho vergonzoso amoroso”, advertimos, que ante la intransigencia, cerrazón, soberbia y valemadrismo del magistrado Joloche o sea Jorge Priego Solís, los trabajadores marcharían, y lo hicieron, por lo que debe poner sus barbas a remojar el magistrado presidente no vaya a ser que ruede su cabecita ahora que vienen cambios de primer nivel.
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