En la primera decena de febrero del año pasado (2013), a un mes y nueve
días de haber asumido el cargo de gobernador, Arturo Núñez Jiménez se
reunió con la agrupación “Pino Suárez” con motivo del cambio de
directiva en donde lanzó un vigoroso discurso en el sentido de que le
quedaba claro que tendría que desmantelar el viejo régimen tras 83 años
de gobierno priista, pero no para montarse y que las cosas sigan igual,
sino para que haya un cambio de fondo en beneficio de Tabasco y para que
no fuera objeto de traiciones desde adentro o desde afuera de su propio
gobierno.
En esa misma reunión de febrero de 2013 que viene realizando
anualmente con su agrupación, pero que fue la primera que encabezó como
gobernador en funciones de Tabasco, advirtió que su gobierno no estará
“secuestrado” por ningún grupo por muy representativo que sea y que sin
afán de comparar la alternancia que se vive en la entidad con la
Revolución Mexicana de 1910, tiene que haber cambios de fondo, pues de
lo contrario se corría el riesgo de revivir el antiguo régimen
(priista), como pasó hace 100 años, cuando Francisco I. Madero dejó
intacto el ejército porfirista, que acabó asesinándolo a él y a José
María Pino Suárez, dejando en claro que recuperaría para Tabasco hasta
el último cargo de la administración estatal pues si bien la alternancia
era un “salto revolucionario” en la vida política del estado, también
le quedaba muy en claro que la estructura gubernamental está penetrada
por quienes en el pasado gobernaron el estado, lo que se tiene que
combatir a fondo so pena de sucumbir a las traiciones que podrían
gestarse una vez se reposicionaran.
Efectivamente, el gobernador Núñez no se equivocó en su discurso al
sostener que los emisarios del pasado, del anterior sexenio
(granieristas) que ya sienten pasos en la azotea y se niegan a renunciar
a sus posiciones de privilegio, en un claro estertor de agonía, al
sentir que pronto el imperio de la ley los alcanzará se escondan donde
se escondan, han echado mano, se han confabulado con los traidores y
desleales de adentro del mismo gobierno para iniciar una embestida
brutal en contra del gobernador Núñez para enviar señales a la
ciudadanía tabasqueña y la nacional, y al propio gobierno federal de que
en Tabasco existe una plena ingobernabilidad como producto del paro
policiaco, cuya lucha puede decirse que es genuina al exigir mejores
prestaciones laborales para el desempeño de sus labores, pero que en el
fondo es utilizado perversamente, se ha contaminado para ver si cae el
jefe del Ejecutivo e impulsar un interino que pueda hacerse cargo del
gobierno estatal, una vez que Núñez renuncie al cargo (por las buenas o
por las malas), pero nada de eso sucederá, porque ni existe
ingobernabilidad, ni el propio mandatario dejará de agotar los cauces
institucionales para resolver este conflicto, que sin duda lo resolverá,
pero que momentáneamente si está afectando a la población que se siente
más insegura, aunque está siendo paliado, en parte, por la oportuna
intervención de El Ejército y La Marina que salieron a patrullar las
calles, pero como un mensaje o aviso de que están prestos a intervenir
si las cosas se agravan, lo que también, ha puesto en remojo las barbas
de que quienes aprovechando el descontento policiaco pretendían que se
desbordara, que imperara la violencia entre los policías inconformes y
los que apoyan al general Audomaro Martínez, que estallará para así dar
muestras de ingobernabilidad, pero hasta ahora nada de eso ha pasado, y
esperemos que no pase, pese a que los policías paristas ya fueron
infiltrados por oportunistas de la política al servicio del anterior
sexenio priista, cuyas principales cabezas serán sentados en el
banquillo de los acusados.
Desde hace varios meses, se comenzaron a incubar una serie de
movimientos sociales, aprovechando, que ciertamente hay algunas áreas
responsables de atender los asuntos sociales, que no está operando
porque no saben o porque adrede han dejado crecer los conflictos que le
están pegando de lleno al gobierno del estado, con un Arturo Núñez que
prácticamente está solo porque sus principales “operadores políticos”,
precisamente no operan para ayudarlo, sino que le llevan la contraria.
Ningún movimiento social por muy legítimo que parezca, se mueve solo,
sino no existieran manos aviesas o perversas, que en aras de cuidar
sus intereses externos o también internos, operan en forma perversa
desde adentro para dañar al mismo gobierno estatal. Así observamos como
el movimiento social en contra de Petróleos Mexicanos a raíz de la
explotación de un pozo petrolero en el campo SEN de Oxiacaque, Nacajuca,
cuyas demandas son legítimas, fueron poco atendidas, pero en cambio se
dejó crecer, al grado que se realizó una manifestación de más de cinco
mil personas para protestar en contra de Pemex, intentando al mismo
tiempo poner contra la pared al gobernador del estado, que está haciendo
uso de todas sus relaciones políticas en el altiplano para resolver
este conflicto social, tomando en consideración que los altos mandos de
Petróleos Mexicanos siempre han actuado en forma despectiva en contra de
la población tabasqueña, no de ahora, sino de siempre, y bajo esas
circunstancias este gobierno de la alternancia, comprometido con la
población indígena hace un doble esfuerzo para resolver dichas demandas
sin romper con la paraestatal.
¿De dónde salieron los recursos económicos para mover a cinco mil
indígenas?, ¿de dónde salió el dinero para el alquiler de vehículos y
toda la infraestructura que se realizó?, ¿quiénes o quienes están detrás
de la diputada Verónica Pérez, que de repente se alzó en defensa de los
indígenas, cuando en Tamulté de las Sábanas hasta mantiene pleito con
el representante de la iglesia católica?, para movilizar ese
contingente, es obvio que se necesitó de recursos económicos que la
diputada obviamente no sacó de su bolsa, en espera de ser recompensada,
¿quiénes o quienes están detrás?, hay que ir atando cabos para llegar al
fondo del asunto.
Así como esa marcha indígena, fueron estallando otras inconformidades
que no se mueven solo, toma de carreteras, cierres de calles, brotes
sociales por aquí y por allá para aparentar que no hay control en el
gobierno estatal, mientras que nos preguntamos ¿a qué se dedica el área
responsable de intervenir, de checar, verificar, advertir, de dialogar o
buscarle solución a muchos conflictos netamente caseros?, solamente
ellos lo saben, pero en la lógica política se apunta que también desde
adentro se apuesta a la ingobernabilidad ¿con que intenciones?,
¿buscaran forzar un interinato en el gobierno?, solamente las manos
mezquinas de adentro y de afuera saben cuáles son sus verdaderas
intenciones, aunque seguramente ya deben estar al descubierto y se tiene
que actuar en consecuencia sin contemplaciones.
Como parte de esos aviesos o perversos intereses mezquinos de afuera y
de adentro del propio gobierno, se está aprovechando que se incubó el
malestar entre la tropa policiaca en contra del general Audomaro
Martínez Zapata, quien ahora está recibiendo una sopa de su propio
chocolate, porque al llegar a la Secretaría de Seguridad Pública, lejos
de sanearla, lejos de hacer efectiva la renuncia de los altos mandos
policiacos que sirvieron al granierato se confabuló con ellos, los dejó
que volvieran a tomar el control y es obvio que ahora al conocer que el
ex-secretario de Seguridad Pública, Sergio López y el director
Administrativo Mario Alberto Eslava Gómez, fueron denunciados por el
Organo Superior de Fiscalización del Congreso local, se muevan
internamente, y aprovechando la inconformidad de la tropa policiaca,
agiten las aguas para la revuelta policiaca, porque en el fondo todos
persiguen el mismo fin, crear ingobernabilidad en el estado, propiciar
los brotes de inconformidad entre la población, que ciertamente, tampoco
se puede negar, está irritada, porque hay funcionarios que en forma
adrede, alevosa y grotesca, hacen todo lo contrario a lo que les pidió
el gobernador, de que se pongan a trabajar y muestren honradez, para
crispar los ánimos ciudadanos y se decepcionen del cambio verdadero.
Hay funcionarios de la actual administración, que son traidores,
desleales al gobernador Núñez, hay que checar en que dependencias están
incrustados funcionarios del pasado que ocupan cargos de importancia y
cuáles son las ligas hacia afuera para que no quede dudas que utilizan
una doble moral, que en el discurso dicen una cosa, pero en los hechos
hacen otra cosa, toreándole el toro al revés al gobernador Núñez, que ya
debe tener toda la información, precisa y fidedigna de cómo los
intereses mezquinos del pasado se están moviendo adentro y fuera del
gabinete, pensando en que al haber ingobernabilidad en Tabasco, esos que
ahora fueron denunciados ante la Procuraduría General de Justicia del
estado por el OSFE, acusados de desviar recursos económicos millonarios
del erario público, gozarán de impunidad, al darse un interinato pues
serán protegidos por ese alguien con el que traen acuerdos
inconfesables, que seguramente internamente ya se sabe quién o quiénes
son, pues por todos los medios intentan que haya ingobernabilidad para
que al haber un interinato salgan beneficiados, pero no pasarán.
Hoy más que nunca el gobernador Núñez debe de estar consciente que
así como lo dijo en su discurso el año pasado ante los pinosuaristas, no
debe permitir que le clavan la puñalada por la espalda, no debe
permitir traiciones al interior del gabinete y debe limpiarla a fondo,
porque a los detractores es mejor tenerlos afuera y enfrente y no
adentro y cerquita, porque entonces, efectivamente la historia podría
repetirse y sufrir la brutal traición que sufrió Francisco I. Madero y
José María Pino Suarez por no desarticular al ejército porfirista y su
principal traidor (Victoriano Huerta) a quien hizo jefe de las fuerzas
armadas y posteriormente se convirtió en presidente de México. La limpia
al interior del gabinete ya no puede esperar más tiempo, porque la
traición ya se gesta y hay que desarticularlos.
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