De todos los diputados perredistas que integran el Congreso local, la que menos calidad moral tiene para criticar y hablar de honestidad y combate a la corrupción porque ha sido parte de ese flagelo, es la legisladora por el municipio de Macuspana, Verónica Castillo Reyes, que a toro pasado pretendió erigirse en dedo acusador de una administración municipal cuya cuenta fue aprobada por la Segunda Comisión Inspectora de Hacienda del Congreso local y votada favorablemente ayer en el pleno, mientras ella se desgarraba las vestiduras, pero que bien se ha mantenido callada ante la brutal corrupción que impera en el municipio de donde es originaria y cuyo presidente municipal, Víctor Manuel González Valerio se regodea del saqueo que realiza. Al igual que el legislador por el municipio de Centla, Olegario Montalvo que por cuestiones políticas, más que legales, exigió la reprobación de la cuenta pública de 2012 del ayuntamiento que encabezó Aquiles Reyes Quiroz que finalmente fue aprobada, la legisladora por el municipio de Macuspana, Verónica Castillo Reyes, protectora del ex-legislador Julio César Alvarez de los Santos mejor conocido como La Cochinita, también procedió a actuar de manera personal, más que legal, en contra del ex-edil Alfonso Pérez Alvarez, exigiendo la reprobación de su cuenta pública 2012, en un acto de revanchismo político, ya que durante el trienio de éste, la actual legisladora fue inhabilitada temporalmente para ocupar cargos públicos por incumplimiento de la obligación contenida en el artículo 81, fracción II, de la Ley de Responsabilidades Administrativas, quien después de haber sido directora del Instituto de las Mujeres en el ayuntamiento que encabezó Elías Alvarez Zurita, quien terminara la gestión municipal que iniciara Fredy Martínez Colomé, al ser requerida se negó a entregar los comprobantes de los recursos económicos que la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno Federal había enviado en el 2009 a dicho Instituto, por lo que la Sedesol vetó al ayuntamiento de Macuspana para recibir apoyos sociales federales durante el 2010 y por esa irregularidad verónica fue inhabilitada temporalmente, apareciendo su nombre con la sanción en el portal de la Secretaría de la Contraloría, en el área de servidores públicos sancionados, y así pretende darse baños de pureza en la tribuna más alta de Tabasco, cuando está comprobado que es una corrupta y por eso mismo fue sancionada por la Contraloría Municipal de Macuspana. Independientemente de su odio o rencor en contra del ex-edil Alfonso Pérez Alvarez, la mañosa diputada jugó a dos bandas, creyendo que no sería descubierta; amenazó, amago, hizo su show mediático, y quiso tener de rehén la cuenta pública 2012 de Macuspana, mientras hacía intentos desesperados y cabildeaba entre sus compañeros legisladores de bancada para que le permitieran salvar la cuenta pública 2012 de su mecenas Luis Deyá Oropeza (A) El Pavo, quien será aliñado antes de navidad. Verónica Castillo Reyes intentó negociar, soltar la cuenta de Macuspana, no votar en contra, a cambio de que se aprobara la cuenta del pavo Deyá, pero no logró su objetivo, ya que ninguno de los legisladores en su sano juicio aprobaría la cuenta pública 2012 del ayuntamiento de Jalapa, ya que Luis Deyá nunca entregó al Organo Superior de Fiscalización la documentación requerida para comprobar el faltante millonario del que se le acusa, porque no le interesó, hizo uso de su valemadrismo; éste es el primer ex-alcalde en la historia de Tabasco que le valió un soberano cacahuate no entregar la cuenta pública y ahora llora por doquier intentando salvarse de la quema, pero es irreversible su situación, por lo que la Comisión Inspectora de Hacienda y el Pleno de legisladores reprobará su cuenta, de eso no hay la mejor duda. Los intentos desesperados de la legisladora por el municipio de Macuspana por salvar la cuenta pública 2012 del ayuntamiento de Jalapa, tiene su razón de ser, es simple, Luis Fernando Deyá Oropeza fue su mecenas, fue quien le financió su campaña a la diputación local por medio de Aura Lluvia García, que pertenece al grupo político de José Ramiro (Pepín) López Obrador, quien siendo presidente la hizo tesorera, y de Fredy Martínez Colomé, a la cual también pertenece Verónica, quien fuera secretaria particular de éste último cuando fue alcalde, y después fue la directora de Atención a la Mujer con Elías Alvarez, quien concluyó ese trienio trágico (de Fredy) en el que vendieron los terrenos de siglo XXI al mejor postor cuyas demandas penales ya deberían activarse para fincarles responsabilidades penales a los implicados. La historia de corrupción y traiciones de la diputada Verónica que ahora en su nueva faceta combate la “corrupción” de la que ha formado parte, es bastante amplia, de entrada firma como licenciada cuando es técnico en enfermería egresada del Conalep-Macuspana ¿y eso no es un acto de corrupción y de deshonestidad?; cuando el actual presidente municipal, Víctor Manuel González Valerio, sale como candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD), ella junto con Gaspar Díaz Falcón destrozaron a pedradas la sede estatal de ese partido y encabezaron una trifulca para exhibir a la dirigencia estatal, y posteriormente en Macuspana en el parque principal enfrente de la presidencia municipal colocaron unos ataúdes con el nombre del candidato al gobierno Arturo Núñez Jiménez y del candidato a la alcaldía Víctor Manuel González Valerio y le prendieron fuego en señal de protesta, mientras que el priista y candidato perdedor de la presidencia municipal, Elio Bocanegra puso el pozol, y el entonces director de Protección Civil del ayuntamiento Yellinel Díaz Falcón, puso el pódium, los ataúdes y el personal que gritaba consignas en contra del ahora gobernador Núñez. Ver para creer, la legisladora Verónica Castillo Reyes se dedicó a atacar en forma virulenta al ex-alcalde de Macuspana, Alfonso Pérez Alvarez, acusándolo de presuntos delitos de corrupción, que no vio el Organo Superior de Fiscalización, que no vio la Segunda Comisión Inspectora de Hacienda del Congreso que inspeccionó en el municipio parte de las obras que se hicieron, por eso se aprobó la cuenta pública 2012, lo que representa un triunfo legal pues con ello están aprobadas sus tres cuentas publicas consecutivas, después de diez años que se venían reprobando las cuentas públicas del ayuntamiento de Macuspana, y de eso bien que ha callado la legisladora que no ha dicho “esta boca es mía” y exigido que los ex-alcaldes a quienes les reprobaron sus cuentas públicas regresen los recursos económicos sustraídos de las arcas públicas, así tenemos que a José Ramiro López Obrador el Congreso local le reprobó su cuenta 2006, a Fredy Martínez Colomé le reprobaron sus cuentas públicas 2008 y 2009, y Elías Alvarez que concluyó el trienio de Fredy, ahora conocido como el ladrón más grande de Macuspana que vendió a particulares varios varios lotes de terreno de lo que sería el conjunto habitacional “Siglo XXI”, que fue comprado con un crédito adquirido a través de Banobras cuya última letra le acaba de pagar el ayuntamiento en junio de 2013, también le reprobó la cuenta pública 2009 el Congreso, y eso sin contar con que el ahora “honestísimo” Cuco Rovirosa, el Congreso priista le reprobó su cuenta pública 2003. Antes de Alfonso Pérez, a los últimos cuatro alcaldes que ha tenido Macuspana, el Congreso local les reprobó al menos una cuenta pública, pero históricamente para el estado de Tabasco, al primero y único alcalde que le reprobaron dos cuentas públicas seguidas (2008 y 2009) durante su administración es Fredy Martínez Colomé y no ha pasado nada, nadie le ha hecho nada, nadie le ha exigido que devuelva el dinero más habido que se llevó de la administración municipal,, y esa es la brutal incongruencia de la actual diputada por el municipio de Macuspana, Verónica Castillo Reyes que formó parte de una administración municipal corrupta, donde ella participó y por la cual fue inhabilitada y ahora pretende darse baños de pureza, detesta la corrupción de la que antes participó. Pero en plena incongruencia legislativa porque ahora en su calidad de diputada debe de actuar a favor de la población, extrañamente Verónica ha callado, no ve, no oye, nadie le informa del brutal saqueo que realiza el edil Víctor Manuel González Valerio, mientras la población impotente exige que les cumplan las promesas de campaña, no habla, ni dice nada, porque también es cómplice de la corrupción que impera en el ayuntamiento de Macuspana, cree que callando será la sucesora de Valerio, no sabe o no quiere entender que cuando busque ser candidata a la presidencia municipal, el pueblo le cobrará con creces su complicidad, está condenada al ostracismo político.
OJITOS
El secretario de Comunicaciones y Transportes del gobierno estatal, José Antonio de la Vega, no debe ceder a los chantajes de los transportistas que lesionando el Estado de Derecho de terceros, cerraron los cuatro carriles de circulación el pasado lunes para obligarlo a “negociar” en lo oscurito las canonjías y prebendas económicas a la que estaban acostumbrados en el, granierato. Hay historia de cómo han actuado los transportistas a lo largo de los años para obligar a los gobiernos en turnos a ceder a sus caprichos, a sus canonjías económicas, paralizando el servicio público y bloqueando las vías de comunicación, pero ahora no se deben salir con la suya y en cambio hay que seguir haciendo públicas las corruptelas que hicieron en el granierato y ya deben haber demandas penales, porque los líderes transportistas tienen cola que les pisen. Los transportistas están retando a la SCT, en varios municipios incremetaron arbitrariamente el precio del pasaje y en el Centro, lo mismo quieren hacer los concesionarios del transporte urbano, por lo que se tiene que actuar con energía, se debe comenzar a sancionar y detener las unidades del servicio público, cuyos conductores estén cobrando arbitrariamente un incremento al pasaje no autorizado, es tiempo de frenar a los voraces transportistas que no tienen llenadera.
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